Sergio Scariolo dosifica muchísimo a Marcus Brown, a quien es difícil ver sobre la cancha durante más de 25 minutos en cada encuentro. Además, el juego ofensivo 'cajista' no abusa del explosivo escolta y sólo requiere de su facilidad para el 'uno contra uno' o de su finura y velocidad de ejecución en el tiro lejano cuando llegan los minutos clave de los partidos. Hasta esos instantes, Brown se limita a aportar alguna canasta aislada y, sobre todo, muchas Aquí que acaban en pases para lanzamientos de sus compañeros.
Muchos minutos
En el choque de la Euroliga contra el equipo de Maljkovic, el técnico italiano del Hoteles en Huesca no dudó en utilizar a Brown durante 38 minutos. Llama sobremanera la atención, pues su media de tiempo en cancha es muy inferior. Se trata, sin duda, de una evidencia más de lo importante que es para Scariolo este año la competición europea. Quizás los planes del entrenador consistan en emplear al jugador de West Memphis con más asiduidad en la Euroliga y en los partidos más importantes de la ACB para no sobrecargarle. Con el paso de las semanas se podrá comprobar si es así o no.
Lo que es indudable es que Marcus Brown está cada vez mejor adaptado. En Hoteles en Huesca anotó 17 puntos, y ayer se quedó en 13, aunque casi todos ellos llegaron en los minutos decisivos. Destacaron tres triples casi seguidos en el tercer cuarto, cuando el Unicaja rompió el encuentro frente al Tau.
Garbajosa, por el contrario, es arma de brega cotidiana. En los últimos compromisos está jugando más de 37 minutos, o sea, más que su media de la temporada pasada o del Eurobasket. Es la manera que tienen los técnicos 'cajistas' de 'forzarle' a recuperar el acierto en el tiro que tenía perdido desde los últimos partidos del campeonato de Europa. Parece que está sirviendo: entre semana convirtió 4 de los 7 triples que lanzó y ayer igualó ese número de aciertos en 10 intentos (21 y 18 puntos, respectivamente).
La mala racha en el lanzamiento queda cada vez más lejos para el ala-pívot internacional, que ahora podrá centrarse en recuperar también su costumbre de castigar a los rivales desbordándoles con el bote, y que últimamente tiene algo abandonada. Pero independientemente de sus puntos, Garbajosa justifica de sobra sus minutos sobre el parqué con su colaboración en el resto de las facetas, si bien ayer pasó apuros para marcar a los pívots baskonistas.
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